Hay muchas maneras de practicar el arte de sanar; pero hay una sola que el Cielo aprueba. Los remedios de Dios son los simples agentes de la naturaleza, que no cargan ni debilitan el organismo por la fuerza de sus propiedades. El aire puro y el agua, el aseo y la debida alimentación, la pureza en la vida y una firme confianza en Dios, son remedios por cuya falta millares están muriendo; sin embargo, estos remedios están pasando de moda porque su uso hábil requiere trabajo que usualmente no se aprecia. El aire puro, el ejercicio, el agua pura y un ambiente limpio y amable están al alcance de todos con poco costo; mientras que las drogas son costosas, tanto en recursos como en el efecto que producen sobre el organismo. CMM 26.1 Existe una fuerte correlación entre nuestra salud física y nuestro bienestar emocional. Una alimentación saludable, ejercicio regular, dormir lo suficiente, beber suficiente agua, respirar aire fresco y disfrutar del sol contribuyen positivamente a nuestro bienestar emocional. Cuando cuidamos nuestra salud física, podemos afrontar mejor el estrés y gestionar nuestras emociones. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1 Cor. 6:19